El silencio es complicidad y Mayumana es un espectáculo non grato en Madrid

Concentración de boicot a Mayumana en Madrid.

Desde la céntrica plaza de Tirso de Molina en Madrid, alrededor de medio centenar de personas nos concentrábamos en solidaridad y en respuesta al llamamiento desde la sociedad palestina al Boicot, Desinversiones y Sanciones al Estado de Israel. En esta ocasión la propaganda sionista se trasladó a nuestros barrios con el nombre de «Mayumana», que deriva de la palabra hebrea «destreza, habilidad», conceptos ligados a la hasbará (propaganda sionista) como parte de la limpieza de imagen de un estado de apartheid. Pero este pasado sábado desde BDS Madrid, junto con amigos, activistas e individuales –fue un auténtico placer compartir esta acción con compañeros de BDS Catalunya–, y entre todas y todos se levantaron nuestras voces contra la injusticia y la complicidad del mutismo.

Sobre las 18:30h una furgoneta de las fuerzas de seguridad apostada en las inmediaciones nos daba a entender que el acto iba a tener gran aceptación. Comenzamos a llegar, la gente empezaba a entrar, se abrió la pancarta y nuestras voces comenzaron a surgir con fuerza junto con silbatos y frases que informaban que la sede de Mayumaná está en un barrio de artistas en Yaffa, ciudad que recuerda a la limpieza étnica llevada a cabo en 1948, que la cultura no es inocua, que no nos creemos ni aceptamos la imagen del Israel moderno. Bajo la impasible mirada de los agentes de la policía nacional, seguimos con las consignas, encendimos velas formando el mapa de Palestina, repartimos comunicados, hablamos con las personas que se acercaban interesadas y tras el comienzo del espectáculo nos acercamos a la puerta y gritamos mas fuerte para que llegaran a superar el estruendo de sus tambores.

La estrategia sionista se apoya en la complicidad de grupos como Mayumana, que salvo posicionamientos individuales, como grupo mantiene un mutismo obstinado y nada inocente sobre la política genocida que lleva a cabo el Estado de Israel, centrándose únicamente en sus espectáculos, como si fuera posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas. Mayumana, como tantos otros, recurre así al argumento falaz de que no se debe mezclar arte y política, como si la vida se pudiera dividir en compartimentos estancos. ¿Es posible que ignoren lo que su país está haciendo?, ¿es posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas, y además en tu nombre y por tu seguridad?, ¿se le puede llamar a esto política?, ¿puede ser el arte algo puro?, ¿es posible actuar como si no pasara nada?

Seguimos denunciando a la cultura que utilizan como vehículo normalizador del estado sionista.