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[:es]BOICOT A SAMA SAMA «Porque nadie debería vivir algo así»[:ca]Boycottons Sama Sama «Parce que personne ne devrait vivre cela» [:]

[:es]BOICOT A SAMA SAMA «Porque nadie debería vivir algo así»[:ca]Boycottons Sama Sama «Parce que personne ne devrait vivre cela» [:]

[:es]El espectáculo Sama Sama será estrenado y presentado a nivel mundial el día 19 de noviembre en la sala madrileña Madrid Arena. Como sociedad civil comprometida con la justicia y el respeto de los derechos humanos y tras intentar contactar con los responsables y colaboradores del espectáculo en nuestra ciudad y teniendo su silencio como respuesta, nos vemos en la tesitura de lanzar públicamente una campaña de boicot a Sama Sama. La campaña se alinea con la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) lanzada desde la sociedad palestina en 2005.

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Las políticas ilegales de limpieza étnica, ocupación militar y la situación de apartheid que mantiene el Estado Israel sobre la población autóctona palestina desde hace décadas, son conocidas por todos y todas. Por citar datos recientes, sólo durante el mes de Octubre Israel ha asesinado a más 70 personas, incluido un bebé de 8 meses que murió intoxicado por inhalar gases lacrimógenos disparados por el ejército de Israel en el campo de refugiados de Aida, en Belén. Minutos antes, el mismo ejército se dirigía a las personas que viven en este campo de refugiados diciendo “Habitantes de Aida, somos las fuerzas israelíes de ocupación. Si arrojáis piedras, os lanzaremos gases hasta que os muráis. Los niños, los jóvenes y la gente mayor, todos vosotros, no salvaremos ni a uno”.

Efectivamente los componentes de Sama Sama nunca han vivido algo así.

Sama Sama hace referencia a su significado en tagalo, el idioma filipino, y quiere decir «juntos». El espectáculo ha sido creado por Roi Ofer, uno de los fundadores de Mayumaná y está formado en su mayoría por casi todos los componentes del mismo grupo. Este espectáculo contribuye a normalizar la situación de Israel y mostrarlo como un lugar cosmopolita, multicultural y moderno. Nada más lejos de la realidad. En la ciudad de Jaffa, donde Mayumaná tiene su sede, hoy en día sobreviven unos 15.000 palestinos/as luchando contra la pobreza y la colonización de sus tierras originarias. El Comité Popular de Jaffa para la Defensa de los Derechos a la Tierra y a la Vivienda, creado en 2007 para luchar contra la confiscación y demolición de casas palestinas en Jaffa, calcula que hay actualmente más de 500 familias que enfrentan órdenes de demolición de sus casas. Entonces nos preguntamos ¿por qué Sama Sama hace referencia al término juntos refiriéndose a un movimiento multicultural y obvian a la población palestina que vive junto a ellos y ellas y a la situación de ocupación militar y violación de los derechos humanos que está ocurriendo a pocos kilómetros de distancia?

El arte no siempre es inocuo. El espectáculo Sama Sama fue inaugurado en el verano del 2012 en el Museo Municipal de Arte de Tel Aviv, cuyo presidente es el actual alcalde de la misma ciudad, Ron Huldai. Antes de participar activamente en la políticia israelí, Huldai prestó servicio militar en la Fuerza aérea de Israel durante 26 años (1964-1989), sirviendo como piloto de combate y desempeñando puestos clave de alto mando. Ha sido coordinador de las autoridades gubernamentales y supervisor de proyectos de construcción civil para las FAI (Fuerzas Aéreas Isarelíes). No debemos olvidar que mientras el actual alcalde trabajaba para las FAI se libraba la Guerra de los Seis Días en 1967, momento clave donde Israel ocupó ilegalmente Cisjordania, Jerusalén Este, Gaza y los Altos del Golán sirios, como sabemos, sometidos hasta hoy a una política de apartheid y ocupación contraria a la legalidad internacional.

El director y fundador de Sama Sama, Roi Ofer, así como su director artístico Amir Schorr, fueron parte también de la dirección de Mayumana, compañía emblema de la marca cultural de Israel en el exterior. Sama Sama ha organizado eventos en otras ocasiones con el apoyo y colaboración del Gobierno de Israel y sus instituciones, como la actuación celebrada en el Ayuntamiento de Tel Aviv en 2012 o su participación en el proyecto de promoción del turismo interno del mismo Ayuntamiento. El Ayuntamiento de Tel Aviv promueve y participa en las políticas de apartheid y limpieza étnica de la población palestina que reside en esta ciudad. En 2010 concedió la licencia para que la empresa Be’emunah, conocida por construir casas para población religiosa sionista, desarrollase en el palestino barrio de Ajami, en Jaffa, un residencial sólo para población judia. Por lo que es evidente la estrecha colaboración de Sama Sama con el Ayuntamiento de Tel Aviv y la complicidad que mantiene silenciando sus abusos y crímenes.

Israel emplea enormes cantidades de dinero en enviar a sus embajadores artísticos y culturales a actuar fuera y en atraer a personajes extranjeros a Israel para, indirecta o directamente, maquillar la situación de ocupante, ocultando, minimizando y justificando las graves e ilegales violaciones del derecho internacional. Declaraciones del exdirector adjunto del ministerio israelí de Asuntos Exteriores, Nissim Ben Shitrit, públicamente en un periódico «Vemos la cultura y la Hasbara (nombre dado a la propaganda israelí) como herramienta de propaganda de primer orden, no diferencio cultura de propaganda». Por lo que, por supuesto, podemos encontrar en la Embajada de Israel, en su calendario de eventos el anuncio del estreno de Sama Sama.

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El boicot cultural consiste en confrontar la manipulación de la opinión pública y la normalización del Apartheid israelí a través de la cultura y siempre dirigido a entidades y nunca a personas individuales, de hecho, dentro de Israel existe un grupo formado por israelís antisionistas que apoyan la campaña BDS, denominado «Boycott from Within». Recientemente, artistas de aquí como Marinah, ex-vocalista de Ojos de Brujo, meses atrás canceló sus dos conciertos previstos en Israel y se unió al boicot cultural, igualmente, hace escasos días, el músico brasileño Caetano Veloso, que estuvo de gira meses atrás en Israel, declaró «Creo que nunca más volveré a Israel por la opresión a los palestinos».

Ya no podemos alegar que no lo sabíamos y continuar como si nada ocurriera frente a los crímenes contra la humanidad. Ante la complicidad de nuestros gobiernos, ante la inoperancia de la justicia y de los organismos internacionales, alguien debe actuar para defender la legalidad internacional. El apoyo al boicot propuesto por la población palestina es la única opción que nos dejan. Es nuestro derecho y nuestra obligación porque, como afirma Desmond Tutu: “ si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor.»

Por todo esto, lanzamos la llamada en favor de la justicia y la legalidad internacional y os pedimos que no acudáis a ver Sama Sama, que difundáis la campaña entre los vuestros y digáis bien alto que no participáis del sionismo del Estado de Israel a través de su cultura ni siendo cómplices de sus crímenes.

POR QUE NADIE DEBERÍA VIVIR ALGO ASÍ, BOICOT A SAMA SAMA, BOICOT A ISRAEL
[:ca]Le spectacle Sama Sama sera inauguré et présenté au niveau mondial le 19 novembre dans la salle madrilène du Madrid Arena. En tant que société civile engagée dans la justice te le respect des droits de l’homme et après avoir essayé de de contacter les responsables et collaborateurs du spectacle dans notre ville avec le silence pour toute réponse, nous nous trouvons dans l’obligation de lancer une campagne de boycott de Sama Sama. La dite campagne s’aligne sur celle du Boycott Désinvestissements Sanctions (BDS) lancée par la société civile palestinienne en 2005.

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Les politiques illégales de nettoyage ethnique, d’occupation militaire et la situation d’apartheid que poursuit l’Etat d’Israël sur la population palestinienne depuis des décennies, sont connues par toutes et tous. Pour citer des chiffres récents, au cours du seul mois d’octobre, Israël a assassiné plus de 70 personnes, notamment un bébé mort intoxiqué par inhalation de gaz lacrymogènes tirés par l’armée israélienne dans le camp de réfugiés d’Aida, à Bethléem. Quelques minutes avant, la même armée s’adressait ainsi aux personnes vivant dans ce camp de réfugiés : « Habitants d’Aida, nous sommes les forces israéliennes d’occupation. Si vous jetez des pierres, nous vous lancerons des gaz jusqu’à ce que vous mouriez. Les enfants, les jeunes y les personnes âgées, vous tous, nous n’en épargnerons aucun ».

Effectivement, les membres de Sama Sama n’ont jamais rien vécu de tel.

Sama Sama fait référence à sa signification en tagalog, la langue philippine, qui signifie « ensemble ». Le spectacle a été créé par Roi Ofer, un des fondateurs de Mayumana. Ce spectacle contribue à normaliser la situation d’Israël et à en donner l’image d’un lieu cosmopolite, multiculturel et moderne. Rien de plus éloigné de la réalité. Dans la ville de Jaffa, où Mayumana a son siège, quelques 15 000 Palestiniens survivent en luttant contre la pauvreté et la colonisation de ses terres ancestrales. Le Comité populaire de Jaffa pour la Défense des Droits à la Terre et au Logement, créé en 2007 pour lutter contre la confiscation et la démolition de maisons palestiniennes, dénombre aujourd’hui plus de 500 familles devant faire face aux ordres de démolition de leurs maisons.

Nous nous demandons alors comment Sama Sama peut-il faire référence au terme « Ensemble » et se présente comme un mouvement multiculturel tout en ignorant la population palestinienne qui vit à ses côtés, la situation d’occupation militaire et la violation des droits humains qui ont lieu a quelques kilomètres.

L’art n’est pas toujours inoffensif. Le spectacle Sama Sama a été inauguré à l’été 2012 au Musée Municipal de Tel Aviv, dont le président, Ron Huldai, est aussi le maire actuel de la ville. Avant de participer activement à la politique israélienne, Huldai a servi dans l’Armée de l’air israélienne durant 26 ans (1964-1989) comme pilote de combat et a rempli des postes de haut-commandement. Il a été coordinateur des autorités gouvernementales et superviseur de projets de construction civile pour les FAI (Forces Aériennes Israéliennes). Nous ne devons pas oublier que pendant que le maire actuel de Tel Aviv travaillait pour les FAI, la Guerre des Six jours avait lieu en 1967, moment-clé durant lequel Israël occupa illégalement la Cisjordanie, Jérusalem Est, Gaza et le Plateau du Golan syrien, comme nous le savons, territoires soumis jusqu’à présent à une politique d’apartheid et d’occupation contraire aux lois internationales.

Le directeur et fondateur de Sama Sama, Roi Ofer, tout comme son directeur artistique Amir Schorr, faisaient partie de la direction de Mayumana, compagnie emblématique de la culture israélienne à l’extérieur, Sama Sama a organisé des événements à d’autres occasions avec l’appui du gouvernement d’Israël et de ses institutions, comme le spectacle célébré à la Mairie de Tel Aviv en 2012 ou sa participation dans le projet de promotion touristique de la même municipalité. La Mairie de Tel Aviv promeut et participe aux politiques d’apartheid et de nettoyage ethnique des populations palestiniennes résidant dans sa ville. En 2010, elle céda la licence à l’entreprise Be’emunah, connue pour ses constructions de maisons pour résidents religieux et sionistes, pour qu’elle développe un quartier résidentiel exclusivement juif dans le quartier palestinien d’Ajami à Jaffa. L’étroite collaboration de Sama Sama avec la Mairie de Tel Aviv est donc évidente, tout comme leur complicité qui place crimes et abus sous silence.

Israël investit d’énormes quantités d’argent dans l’action extérieure de ses ambassadeurs artistiques et culturels et l’accueil de personnalités étrangères dans le but direct ou indirect de maquiller sa politique d’occupation, occultant, minimisant ou justifiant ses graves violations du droit international. L’ex-directeur adjoint au Ministère des Affaires étrangères d’Israël, Nissim Ben Shitrit, déclarait publiquement dans la presse : « Nous considérons la culture comme un outil de propagande de premier ordre, je ne différencie pas la culture de la propagande ». Ainsi retrouvons-nous l’annonce de l’inauguration de Sama Sama dans le calendrier d’événements de l’Ambassade d’Israël en Espagne.

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Le boycott culturel consiste à confronter la manipulation de l’opinion publique et la normalisation de l’Apartheid israélien à travers laculture, en visant constamment des entités et non des personnes. Il existe d’ailleurs en Israël-même un groupe formé d’Israéliens antisionistes qui appuient la campagne BDS, revendiquant un « Boycott from within » (Boycott de l’intérieur). Récemment, des artistes comme Marinah, ex-chanteuse du groupe Ojos de Brujo, ont annulé leurs concerts en Israël et se sont unis au boycott culturel. Le musicien brésilien Caetano Veloso, déclarait pour sa part, au terme d’une tournée en Israël « Je crois ne jamais revenir en Israël à cause de l’oppression des Palestiniens ».

Nous ne pouvons plus dire que nous ne savions pas et continuer comme si de rien n’était face aux crimes d’Israël contre l’humanité. Face à la complicité de nos gouvernements, devant l’inefficacité de la justice et des organismes internationaux, quelqu’un doit pouvoir défendre le droit international. L’appui au boycott proposé par le peuple palestinien est la seule option qui nous est donnée. Il en va de notre droit et de notre devoir car comme l’affirmait Desmond Tutu : « Si l’on reste neutre dansdes situations d’injustice, on se positionne dans le camp de l’oppresseur. ».

Pour tout cela, nous lançons l’appel en faveur de la justice et du droit international et nous vous demandons de ne pas aller voir Sama Sama, que vous diffusiez la campagne autour de vous et disiez bien haut que vous ne participez pas au sionisme de l’Etat d’Israël ni n’êtes complice de ses crimes, à travers sa culture.

PARCE QUE PERSONNE NE DEVRAIT VIVRE CELA, BOYCOTTEZ SAMA SAMA, BOYCOTTEZ ISRAEL[:]

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