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Boicot a la Conferencia de historia oral de la Universidad Hebrea de Jerusalén: Carta abiertaBoicot a la Conferencia de historia oral de la Universidad Hebrea de Jerusalén: Carta abiertaBoicot a la Conferencia de historia oral de la Universidad Hebrea de Jerusalén: Carta abierta

Además de las casi 400 adhesiones de académica/os de todo el mundo alcanzadas ya, recientemente Alessandro Portelli (Italia) y Mary Marshall Clark (Estados Unidos), los dos principales ponentes internacionales de la Conferencia, han cancelado su participación.
Para agregar su nombre a la lista de firmantes, escriba un correo electrónico indicando su puesto y filiación académica a: hebrewuconferenceboycott@gmail.com.
Accede al listado completo de firmantes en la página de AURDIP (Asociación de Universitarios/as por el Respeto al Derecho Internacional en Palestina).

 

Queridas/os colegas:

Somos un grupo de palestinos, israelíes, académicos e historiadores que trabajan con fuentes orales de Europa, Sudáfrica y Norteamérica que llamamos a boicotear la Conferencia Internacional de junio de 2014 que organiza la división de historia oral del Avraham Harman Institute of Contemporary Jewry (Universidad Hebrea de Jerusalén). Mientras que todas las universidades israelíes son profundamente cómplices de la ocupación, la limpieza étnica y el apartheid en Palestina, la Universidad Hebrea de Jerusalén es particularmente responsable en esta materia, como vamos a explicar a continuación.

Sus acciones tienen un impacto directo en nuestra lucha común por un paz justa en Palestina-Israel y en nuestra solidaridad con lo y las compañeras académicas palestinas, cuyas universidades han sido cerradas, bloqueadas e incluso bombardeadas por la aviación israelí durante las últimas tres décadas; universidades que han estado subyugadas a una larga y brutal ocupación israelí en Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania. Precisamente, la tierra en la que se encuentran algunos de los edificios e instalaciones de la Universidad Hebrea en el campus del Monte Scopus fue adquirida como resultado de la confiscación ilegal, en 1968, de 3.345 dunums de tierra palestina por Israel. Esta tierra confiscada en Jerusalén Este es un territorio ocupado de acuerdo con la legalidad internacional. La anexión unilateral de Jerusalén Este por parte del Estado de Israel y la aplicación de la legalidad israelí en ella son violaciones de la IV Convención de Ginebra. No han sido admitidas reiteradamente por la comunidad internacional, incluyendo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Resolución 252 del 21 de mayo de 1968). De este modo, el traslado de persona israelí y estudiantes para trabajar y vivir en las tierras palestinas ocupadas por la Universidad Hebrea es una grave violación de la IV Convención de Ginebra.

Más allá, esta universidad es cómplice del tratamiento desigual a los palestinos, incluyendo aquellos que son ciudadanos de Israel. Por ejemplo, no provee de servicios docentes a los residentes de Jerusalén y las áreas colindantes, a diferencia de aquellos brindados a los grupos judíos. Tampoco ofrece cursos en árabe. Además, la Universidad Hebrea ha elegido permanecer en silencio mientras el gobierno israelí ha excluido a toda la población de Gaza de la posibilidad de acceder y estudiar en la universidad. Los estudiantes palestinos de Gaza tienen más oportunidades de acceder a una universidad en los Estados Unidos que a la Universidad Hebrea.

La administración de la Universidad Hebrea restringe la libertad de expresión y de protesta de sus pocos estudiantes palestinos. Por ejemplo, prohibió un evento conmemorativo de la invasión de la Franja de Gaza en 2008-2009, en la que cerca de 1400 palestinos fueron asesinados por las fuerzas israelíes. Mientras tanto, ha reservado una consideración especial para aquellos que participaron en esa invasión como soldados.

En diciembre de 2012, el ministro israelí de Defensa aprobó el reconocimiento de la Universidad de Ariel, situada en la colonia ilegal de Ariel, dentro del sistema académico israelí. Como resultado, personal (exclusivamente judío) de la Universidad Hebrea tomó parte en la supervisión y promoción de comités de estudiantes y de personal de esta nueva universidad. La Universidad Hebrea reconoce los certificados académicos expedidos por esta institución académica construida en tierra palestina confiscada y rodeada de otros municipios palestinos, pero no reconoce los certificados de la cercana Universidad de Al-Quds.

Irónicamente, la conferencia de historia oral está organizada por un instituto llamado Avraham Harman, que fue presidente de la Universidad Hebrea de 1968 a 1983. Como presidente, Harman fue el responsable directo de la expansión y reconstrucción del campus original del Monte Scopus, construido ilegalmente en tierra despojada a los palestinos de Jerusalén Este.

En un momento en el que el movimiento internacional de boicot a las instituciones académicas y culturales israelíes está ganando terreno como respuesta a la flagrante y persistente violación de los derechos humanos y políticos de los palestinos, exhortamos a investigadores y profesionales académicos a reflexionar sobre las implicaciones de la participación en una conferencia de una institución cómplice de esta situación, rechazando dicha participación. La conferencia es un intento de mejorar la imagen y reputación de la Universidad Hebrea de Jerusalén en “Occidente” y cubrir el hecho de que la Universidad está fuertemente asociada con la anexión y las políticas del Muro de Separación/Apartheid. Políticas que fueron declaradas ilegales y condenadas por su violación del derecho internacional el 9 de julio de 2004 por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.

Desde que los poderes hegemónicos del mundo son activamente cómplices en permitir y perpetuar las políticas coloniales y opresivas de Israel, creemos que la única vía abierta para lograr la justicia y sostener la legalidad internacional es apoyar el trabajo de la sociedad civil internacional y palestina para presionar a Israel y sus instituciones cómplices para acabar con esta opresión.

Inspirado por el exitoso boicot académico y cultural a la Sudáfrica del apartheid e impulsada por organizaciones y diversos grupos culturales claves de Palestina, en 2004, la Campaña Palestina por el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI) llamó al boicot de las instituciones ligadas al sistema de ocupación, colonialista y de apartheid israelí. La llamada de los palestinos apeló a la comunidad académica internacional, para, entre otras cosas: “rechazar cualquier tipo de cooperación, colaboración o unión con proyectos académicos y culturales de instituciones israelíes”.

En esta línea, en 2005, una abrumadora mayoría de la sociedad palestina lanzó una campaña de BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) basada en los principios de derechos humanos, justicia, libertad e igualdad. El movimiento BDS adopta una estrategia no violenta y moralmente consistente para que Israel rinda cuentas sobre los mismos estándares legales y de derechos humanos que otros Estados. Se está pidiendo a la comunidad académica internacional que acuda a la llamada del boicot, tal y como se hizo en la lucha contra la Sudáfrica de apartheid, hasta que “Israel se retire de todas las tierras ocupadas en 1967, incluyendo Jerusalén Este; desmantele sus colonias en esas tierras; obedezca las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a la restitución de los derechos de los palestinos refugiados y desmantele sus sistema de apartheid”.

De manera similar al periodo del boicot al apartheid sudafricano y a sus universidades cómplices, creemos que la participación en conferencias o eventos similares en Israel -pese a las intenciones- puede contribuir únicamente a la prolongación de esta injusticia mediante la su normalización y legitimación. Ello contribuye de manera velada al esfuerzo de Israel de aparecer como un participante normal en el mundo de la investigación científica, mientras que al mismo tiempo practica las formas perniciosas de control colonial y legaliza la discriminación racial contra los palestinos.

Hasta que Israel no cumpla completamente con las leyes y convenciones internacionales esperamos que los académicos de todo el mundo no participen ni avalen esta violación sistemática de los derechos humanos más básicos de los palestinos, incluso aunque sea de un modo involuntario. Llamamos a nuestros colegas a tratar a Israel exactamente de la misma manera a como el mundo trató a la racista Sudáfrica, o a como cualquier otro país que legisle y practique el apartheid: como un Estado “paria” fuera de la legalidad internacional. Solo así los palestinos podrán tener esperanza en una paz justa basada en el derecho internacional, en el respecto de los derechos humanos y en el principio fundamental de igualdad para todos, sin consideración de etnia, religión u otro criterio identitario.

Nosotras/os, por tanto, le instamos a que se sume al boicot a la Conferencia de historia oral de la Universidad Hebrea de Jerusalén y que pida a sus colegas que rechacen participar en ella, rechazando cruzar las líneas de defensa de los palestinos.

 

PD: Además de las casi 400 adhesiones de académica/os de todo el mundo alcanzadas ya, recientemente Alessandro Portelli (Italia) y Mary Marshall Clark (Estados Unidos), los dos principales ponentes internacionales de la Conferencia, han cancelado su participación.
Fuente: Plataforma para el Boicot Académico a Israel (PBAI) y Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP).

Además de las casi 400 adhesiones de académica/os de todo el mundo alcanzadas ya, recientemente Alessandro Portelli (Italia) y Mary Marshall Clark (Estados Unidos), los dos principales ponentes internacionales de la Conferencia, han cancelado su participación.
Para agregar su nombre a la lista de firmantes, escriba un correo electrónico indicando su puesto y filiación académica a: hebrewuconferenceboycott@gmail.com.
Accede al listado completo de firmantes en la página de AURDIP (Asociación de Universitarios/as por el Respeto al Derecho Internacional en Palestina).

 

Queridas/os colegas:

Somos un grupo de palestinos, israelíes, académicos e historiadores que trabajan con fuentes orales de Europa, Sudáfrica y Norteamérica que llamamos a boicotear la Conferencia Internacional de junio de 2014 que organiza la división de historia oral del Avraham Harman Institute of Contemporary Jewry (Universidad Hebrea de Jerusalén). Mientras que todas las universidades israelíes son profundamente cómplices de la ocupación, la limpieza étnica y el apartheid en Palestina, la Universidad Hebrea de Jerusalén es particularmente responsable en esta materia, como vamos a explicar a continuación.

Sus acciones tienen un impacto directo en nuestra lucha común por un paz justa en Palestina-Israel y en nuestra solidaridad con lo y las compañeras académicas palestinas, cuyas universidades han sido cerradas, bloqueadas e incluso bombardeadas por la aviación israelí durante las últimas tres décadas; universidades que han estado subyugadas a una larga y brutal ocupación israelí en Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania. Precisamente, la tierra en la que se encuentran algunos de los edificios e instalaciones de la Universidad Hebrea en el campus del Monte Scopus fue adquirida como resultado de la confiscación ilegal, en 1968, de 3.345 dunums de tierra palestina por Israel. Esta tierra confiscada en Jerusalén Este es un territorio ocupado de acuerdo con la legalidad internacional. La anexión unilateral de Jerusalén Este por parte del Estado de Israel y la aplicación de la legalidad israelí en ella son violaciones de la IV Convención de Ginebra. No han sido admitidas reiteradamente por la comunidad internacional, incluyendo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Resolución 252 del 21 de mayo de 1968). De este modo, el traslado de persona israelí y estudiantes para trabajar y vivir en las tierras palestinas ocupadas por la Universidad Hebrea es una grave violación de la IV Convención de Ginebra.

Más allá, esta universidad es cómplice del tratamiento desigual a los palestinos, incluyendo aquellos que son ciudadanos de Israel. Por ejemplo, no provee de servicios docentes a los residentes de Jerusalén y las áreas colindantes, a diferencia de aquellos brindados a los grupos judíos. Tampoco ofrece cursos en árabe. Además, la Universidad Hebrea ha elegido permanecer en silencio mientras el gobierno israelí ha excluido a toda la población de Gaza de la posibilidad de acceder y estudiar en la universidad. Los estudiantes palestinos de Gaza tienen más oportunidades de acceder a una universidad en los Estados Unidos que a la Universidad Hebrea.

La administración de la Universidad Hebrea restringe la libertad de expresión y de protesta de sus pocos estudiantes palestinos. Por ejemplo, prohibió un evento conmemorativo de la invasión de la Franja de Gaza en 2008-2009, en la que cerca de 1400 palestinos fueron asesinados por las fuerzas israelíes. Mientras tanto, ha reservado una consideración especial para aquellos que participaron en esa invasión como soldados.

En diciembre de 2012, el ministro israelí de Defensa aprobó el reconocimiento de la Universidad de Ariel, situada en la colonia ilegal de Ariel, dentro del sistema académico israelí. Como resultado, personal (exclusivamente judío) de la Universidad Hebrea tomó parte en la supervisión y promoción de comités de estudiantes y de personal de esta nueva universidad. La Universidad Hebrea reconoce los certificados académicos expedidos por esta institución académica construida en tierra palestina confiscada y rodeada de otros municipios palestinos, pero no reconoce los certificados de la cercana Universidad de Al-Quds.

Irónicamente, la conferencia de historia oral está organizada por un instituto llamado Avraham Harman, que fue presidente de la Universidad Hebrea de 1968 a 1983. Como presidente, Harman fue el responsable directo de la expansión y reconstrucción del campus original del Monte Scopus, construido ilegalmente en tierra despojada a los palestinos de Jerusalén Este.

En un momento en el que el movimiento internacional de boicot a las instituciones académicas y culturales israelíes está ganando terreno como respuesta a la flagrante y persistente violación de los derechos humanos y políticos de los palestinos, exhortamos a investigadores y profesionales académicos a reflexionar sobre las implicaciones de la participación en una conferencia de una institución cómplice de esta situación, rechazando dicha participación. La conferencia es un intento de mejorar la imagen y reputación de la Universidad Hebrea de Jerusalén en “Occidente” y cubrir el hecho de que la Universidad está fuertemente asociada con la anexión y las políticas del Muro de Separación/Apartheid. Políticas que fueron declaradas ilegales y condenadas por su violación del derecho internacional el 9 de julio de 2004 por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.

Desde que los poderes hegemónicos del mundo son activamente cómplices en permitir y perpetuar las políticas coloniales y opresivas de Israel, creemos que la única vía abierta para lograr la justicia y sostener la legalidad internacional es apoyar el trabajo de la sociedad civil internacional y palestina para presionar a Israel y sus instituciones cómplices para acabar con esta opresión.

Inspirado por el exitoso boicot académico y cultural a la Sudáfrica del apartheid e impulsada por organizaciones y diversos grupos culturales claves de Palestina, en 2004, la Campaña Palestina por el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI) llamó al boicot de las instituciones ligadas al sistema de ocupación, colonialista y de apartheid israelí. La llamada de los palestinos apeló a la comunidad académica internacional, para, entre otras cosas: “rechazar cualquier tipo de cooperación, colaboración o unión con proyectos académicos y culturales de instituciones israelíes”.

En esta línea, en 2005, una abrumadora mayoría de la sociedad palestina lanzó una campaña de BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) basada en los principios de derechos humanos, justicia, libertad e igualdad. El movimiento BDS adopta una estrategia no violenta y moralmente consistente para que Israel rinda cuentas sobre los mismos estándares legales y de derechos humanos que otros Estados. Se está pidiendo a la comunidad académica internacional que acuda a la llamada del boicot, tal y como se hizo en la lucha contra la Sudáfrica de apartheid, hasta que “Israel se retire de todas las tierras ocupadas en 1967, incluyendo Jerusalén Este; desmantele sus colonias en esas tierras; obedezca las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a la restitución de los derechos de los palestinos refugiados y desmantele sus sistema de apartheid”.

De manera similar al periodo del boicot al apartheid sudafricano y a sus universidades cómplices, creemos que la participación en conferencias o eventos similares en Israel -pese a las intenciones- puede contribuir únicamente a la prolongación de esta injusticia mediante la su normalización y legitimación. Ello contribuye de manera velada al esfuerzo de Israel de aparecer como un participante normal en el mundo de la investigación científica, mientras que al mismo tiempo practica las formas perniciosas de control colonial y legaliza la discriminación racial contra los palestinos.

Hasta que Israel no cumpla completamente con las leyes y convenciones internacionales esperamos que los académicos de todo el mundo no participen ni avalen esta violación sistemática de los derechos humanos más básicos de los palestinos, incluso aunque sea de un modo involuntario. Llamamos a nuestros colegas a tratar a Israel exactamente de la misma manera a como el mundo trató a la racista Sudáfrica, o a como cualquier otro país que legisle y practique el apartheid: como un Estado “paria” fuera de la legalidad internacional. Solo así los palestinos podrán tener esperanza en una paz justa basada en el derecho internacional, en el respecto de los derechos humanos y en el principio fundamental de igualdad para todos, sin consideración de etnia, religión u otro criterio identitario.

Nosotras/os, por tanto, le instamos a que se sume al boicot a la Conferencia de historia oral de la Universidad Hebrea de Jerusalén y que pida a sus colegas que rechacen participar en ella, rechazando cruzar las líneas de defensa de los palestinos.

 

PD: Además de las casi 400 adhesiones de académica/os de todo el mundo alcanzadas ya, recientemente Alessandro Portelli (Italia) y Mary Marshall Clark (Estados Unidos), los dos principales ponentes internacionales de la Conferencia, han cancelado su participación.
Fuente: Plataforma para el Boicot Académico a Israel (PBAI) y Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP).

Además de las casi 400 adhesiones de académica/os de todo el mundo alcanzadas ya, recientemente Alessandro Portelli (Italia) y Mary Marshall Clark (Estados Unidos), los dos principales ponentes internacionales de la Conferencia, han cancelado su participación.
Para agregar su nombre a la lista de firmantes, escriba un correo electrónico indicando su puesto y filiación académica a: hebrewuconferenceboycott@gmail.com.
Accede al listado completo de firmantes en la página de AURDIP (Asociación de Universitarios/as por el Respeto al Derecho Internacional en Palestina).

 

Queridas/os colegas:

Somos un grupo de palestinos, israelíes, académicos e historiadores que trabajan con fuentes orales de Europa, Sudáfrica y Norteamérica que llamamos a boicotear la Conferencia Internacional de junio de 2014 que organiza la división de historia oral del Avraham Harman Institute of Contemporary Jewry (Universidad Hebrea de Jerusalén). Mientras que todas las universidades israelíes son profundamente cómplices de la ocupación, la limpieza étnica y el apartheid en Palestina, la Universidad Hebrea de Jerusalén es particularmente responsable en esta materia, como vamos a explicar a continuación.

Sus acciones tienen un impacto directo en nuestra lucha común por un paz justa en Palestina-Israel y en nuestra solidaridad con lo y las compañeras académicas palestinas, cuyas universidades han sido cerradas, bloqueadas e incluso bombardeadas por la aviación israelí durante las últimas tres décadas; universidades que han estado subyugadas a una larga y brutal ocupación israelí en Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania. Precisamente, la tierra en la que se encuentran algunos de los edificios e instalaciones de la Universidad Hebrea en el campus del Monte Scopus fue adquirida como resultado de la confiscación ilegal, en 1968, de 3.345 dunums de tierra palestina por Israel. Esta tierra confiscada en Jerusalén Este es un territorio ocupado de acuerdo con la legalidad internacional. La anexión unilateral de Jerusalén Este por parte del Estado de Israel y la aplicación de la legalidad israelí en ella son violaciones de la IV Convención de Ginebra. No han sido admitidas reiteradamente por la comunidad internacional, incluyendo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Resolución 252 del 21 de mayo de 1968). De este modo, el traslado de persona israelí y estudiantes para trabajar y vivir en las tierras palestinas ocupadas por la Universidad Hebrea es una grave violación de la IV Convención de Ginebra.

Más allá, esta universidad es cómplice del tratamiento desigual a los palestinos, incluyendo aquellos que son ciudadanos de Israel. Por ejemplo, no provee de servicios docentes a los residentes de Jerusalén y las áreas colindantes, a diferencia de aquellos brindados a los grupos judíos. Tampoco ofrece cursos en árabe. Además, la Universidad Hebrea ha elegido permanecer en silencio mientras el gobierno israelí ha excluido a toda la población de Gaza de la posibilidad de acceder y estudiar en la universidad. Los estudiantes palestinos de Gaza tienen más oportunidades de acceder a una universidad en los Estados Unidos que a la Universidad Hebrea.

La administración de la Universidad Hebrea restringe la libertad de expresión y de protesta de sus pocos estudiantes palestinos. Por ejemplo, prohibió un evento conmemorativo de la invasión de la Franja de Gaza en 2008-2009, en la que cerca de 1400 palestinos fueron asesinados por las fuerzas israelíes. Mientras tanto, ha reservado una consideración especial para aquellos que participaron en esa invasión como soldados.

En diciembre de 2012, el ministro israelí de Defensa aprobó el reconocimiento de la Universidad de Ariel, situada en la colonia ilegal de Ariel, dentro del sistema académico israelí. Como resultado, personal (exclusivamente judío) de la Universidad Hebrea tomó parte en la supervisión y promoción de comités de estudiantes y de personal de esta nueva universidad. La Universidad Hebrea reconoce los certificados académicos expedidos por esta institución académica construida en tierra palestina confiscada y rodeada de otros municipios palestinos, pero no reconoce los certificados de la cercana Universidad de Al-Quds.

Irónicamente, la conferencia de historia oral está organizada por un instituto llamado Avraham Harman, que fue presidente de la Universidad Hebrea de 1968 a 1983. Como presidente, Harman fue el responsable directo de la expansión y reconstrucción del campus original del Monte Scopus, construido ilegalmente en tierra despojada a los palestinos de Jerusalén Este.

En un momento en el que el movimiento internacional de boicot a las instituciones académicas y culturales israelíes está ganando terreno como respuesta a la flagrante y persistente violación de los derechos humanos y políticos de los palestinos, exhortamos a investigadores y profesionales académicos a reflexionar sobre las implicaciones de la participación en una conferencia de una institución cómplice de esta situación, rechazando dicha participación. La conferencia es un intento de mejorar la imagen y reputación de la Universidad Hebrea de Jerusalén en “Occidente” y cubrir el hecho de que la Universidad está fuertemente asociada con la anexión y las políticas del Muro de Separación/Apartheid. Políticas que fueron declaradas ilegales y condenadas por su violación del derecho internacional el 9 de julio de 2004 por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.

Desde que los poderes hegemónicos del mundo son activamente cómplices en permitir y perpetuar las políticas coloniales y opresivas de Israel, creemos que la única vía abierta para lograr la justicia y sostener la legalidad internacional es apoyar el trabajo de la sociedad civil internacional y palestina para presionar a Israel y sus instituciones cómplices para acabar con esta opresión.

Inspirado por el exitoso boicot académico y cultural a la Sudáfrica del apartheid e impulsada por organizaciones y diversos grupos culturales claves de Palestina, en 2004, la Campaña Palestina por el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI) llamó al boicot de las instituciones ligadas al sistema de ocupación, colonialista y de apartheid israelí. La llamada de los palestinos apeló a la comunidad académica internacional, para, entre otras cosas: “rechazar cualquier tipo de cooperación, colaboración o unión con proyectos académicos y culturales de instituciones israelíes”.

En esta línea, en 2005, una abrumadora mayoría de la sociedad palestina lanzó una campaña de BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) basada en los principios de derechos humanos, justicia, libertad e igualdad. El movimiento BDS adopta una estrategia no violenta y moralmente consistente para que Israel rinda cuentas sobre los mismos estándares legales y de derechos humanos que otros Estados. Se está pidiendo a la comunidad académica internacional que acuda a la llamada del boicot, tal y como se hizo en la lucha contra la Sudáfrica de apartheid, hasta que “Israel se retire de todas las tierras ocupadas en 1967, incluyendo Jerusalén Este; desmantele sus colonias en esas tierras; obedezca las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a la restitución de los derechos de los palestinos refugiados y desmantele sus sistema de apartheid”.

De manera similar al periodo del boicot al apartheid sudafricano y a sus universidades cómplices, creemos que la participación en conferencias o eventos similares en Israel -pese a las intenciones- puede contribuir únicamente a la prolongación de esta injusticia mediante la su normalización y legitimación. Ello contribuye de manera velada al esfuerzo de Israel de aparecer como un participante normal en el mundo de la investigación científica, mientras que al mismo tiempo practica las formas perniciosas de control colonial y legaliza la discriminación racial contra los palestinos.

Hasta que Israel no cumpla completamente con las leyes y convenciones internacionales esperamos que los académicos de todo el mundo no participen ni avalen esta violación sistemática de los derechos humanos más básicos de los palestinos, incluso aunque sea de un modo involuntario. Llamamos a nuestros colegas a tratar a Israel exactamente de la misma manera a como el mundo trató a la racista Sudáfrica, o a como cualquier otro país que legisle y practique el apartheid: como un Estado “paria” fuera de la legalidad internacional. Solo así los palestinos podrán tener esperanza en una paz justa basada en el derecho internacional, en el respecto de los derechos humanos y en el principio fundamental de igualdad para todos, sin consideración de etnia, religión u otro criterio identitario.

Nosotras/os, por tanto, le instamos a que se sume al boicot a la Conferencia de historia oral de la Universidad Hebrea de Jerusalén y que pida a sus colegas que rechacen participar en ella, rechazando cruzar las líneas de defensa de los palestinos.

 

PD: Además de las casi 400 adhesiones de académica/os de todo el mundo alcanzadas ya, recientemente Alessandro Portelli (Italia) y Mary Marshall Clark (Estados Unidos), los dos principales ponentes internacionales de la Conferencia, han cancelado su participación.
Fuente: Plataforma para el Boicot Académico a Israel (PBAI) y Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP).

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