Los estudiantes de la Universidad de Arizona protestan contra un programa de estudios en el extranjero en Israel:

El siguiente artículo fue escrito por un estudiante de la Universidad del Estado de Arizona, Oday Shahin, y fue publicado en el State Press, periódico estudiantil de la mencionada universidad.

El programa de estudios en el extranjero envía un mensaje equivocado

Por Oday Shahin, 10 octubre 2010

El mes pasado, la Oficina de Estudios en el Extranjero de la Universidad del Estado de Arizona anunció un programa de estudios en el extranjero en Israel en colaboración con la Universidad Ben-Gurion (UBG).

Sin embargo, una asociación con la UBG también implica, sin querer, cooperar con sus polémicas políticas de apartheid.

Quizá la dirección de la universidad no estaba al corriente de la UBG es famosa por sus procedimientos discriminatorios o simplemente esto no les importó. Sea como fuere, al nombre de la Universidad del Estado de Arizona no le conviene que verse implicado con una universidad que apoya el prejuicio y las políticas racistas.

Ben-Gurion fue el Primer Ministro Israelí y la persona que leyó la Declaración de Independencia de Israel en 1984. Una vez fue citado diciendo “el Sionismo es un traslado de los judíos”.

El concepto del “traslado” de los judíos europeos a Palestina y el posterior “traslado” de los palestinos fuera de esa zona es esencial en el Sionismo. La “Ley del Retorno” ayuda a conceder el derecho de inmigración a los judíos nacidos en cualquier parte del mundo. A esto se une “la Ley de Propiedad del Ausente” que clasifica la propiedad personal de los palestinos como “propiedad del ausente” y la coloca bajo control del gobierno.

Siempre han existido unos fuertes lazos de solidaridad históricos entre Sudáfrica y los palestinos, dadas la similitud entre las leyes racistas que legalizaron el robo de la tierra en Sudáfrica durante el apartheid y los territorios palestinos.

Este tema recibió más atención cuando una delegación de veteranos de la lucha anti-apartheid sudafricanos fue enviada a Cisjordania en 2008. Unánimemente concluyeron que las restricciones soportadas por los palestinos en los territorios ocupados por Israel eran peores que aquellas impuestas a la mayoría negra bajo por la supremacía blanca en Sudáfrica.

En la actualidad está cobrando impulso una campaña sudafricana iniciada en la prestigiosa universidad de Johannesburgo para cortar los vínculos académicos con la Universidad Ben-Gurion.

La ocupación por parte del régimen del apartheid israelí de los territorios palestinos ha tenido efectos desastrosos en el acceso a la educación para los palestinos, lo que conduce a más inmovilización, pobreza, violencia de género, acoso y humillación. La división racial entre judíos “blancos” y “negros” existe de forma oficial en decisiones de estado. Hace varios meses, se aprobó que el ministerio de Educación israelí financiara un colegio en el asentamiento ilegal israelí de Immanuel para segregar a estudiantes judíos blancos de los estudiantes judíos no blancos en las clases.

Israel también ha llevado a cabo explícitamente ataques directos sobre instituciones educativas palestinas, con cierres totales de la Universidad de Hebrón y el bombardeo de más de 60 escuelas durante los ataques de Gaza en 2009. Entre tanto, la UBG mantuvo el apoyo estructural para la ocupación israelí ofreciendo becas y clases extra a los estudiantes que sirvieron en combate activo en unidades durante aquellos ataques.

El asalto contra Gaza en 2009 tuvo como resultado la muerte de 1400 palestinos en actos que el Juez Richard Goldstone describió como crímenes de guerra. La mayoría de esas víctimas eran niños y mujeres que murieron por el fuego israelí indiscriminado.

La Oficina de Naciones Unidas del Alto Comisionado para los Derechos Humanos dio a conocer un informe en el que se detallaba cómo era tres veces más probable que los candidatos palestinos fueran rechazados por las instituciones académicas israelíes, incluyendo la UBG, que los candidatos judíos. Aunque los ciudadanos palestinos de Israel constituyen más del 20 por ciento de la población total, apenas un mero uno por ciento del personal docente en las instituciones académicas israelíes es palestino.

Con respecto a la libertad académica, la UBG ha sido condenada por sancionar al personal docente, por ejemplo el profesor Neve Gordon, por apoyar manifestaciones no-violentas. Llegó también hasta el punto de poner obstáculos que impedían a los estudiantes de llevar a cabo manifestaciones políticas legales en el campus.

Como Universidad Estatal de Arizona no criminalizamos la disensión política, ni apoyamos políticas racistas y discriminatorias contra los palestinos, judíos etíopes, no-judíos o cualquiera. Pero cualquier cooperación con tal universidad envía un mensaje equivocado sobre políticas que van contra nuestros valores.

Hago un llamamiento para que se replantee esa decisión y animo a los administradores a disolver las conexiones académicas con la Universidad Ben-Gurion por su falta de respeto por los derechos y la dignidad humana.

Fuente : http://usacbi.wordpress.com/2011/01/11/asu-students-protest-study-abroad-in-israel-program/